Una de las procesiones más tradicionales de la ciudad capital es la de Jesús Nazareno de La Merced, el día Martes Santo conocida como "La Reseña". Una de las características de ésta procesión es la interpretación de las marchas fúnebres y por muchos años ésta procesión convocó el mayor número de músicos. El maestro Víctor Manuel Lara dirigió por mucho tiempo la banda de música de ésta procesión, y al finalizar la misma cada Martes Santo, se despedía de sus colegas músicos con la frase "que Dios se lo pague", con la cual agradecía la participación desinteresada de sus colegas ya que la procesión no se daba abasto para pagar a todos los músicos que participaban.
Años más tarde, el maestro Víctor Manuel Lara, componía una marcha a la que originalmente puso por nombre "Dios se lo pague"; la cual dedicaba a sus colegas que participaban en la procesión de La Reseña el día Martes Santo de forma gratuita, y puso por título la frase con la que anualmente se despedía de ellos al finalizar la procesión.
Cuando don Mario Ruata Asturias produjo la primera serie de discos de Marchas Fúnebres, incluyó ésta marcha del maestro Lara, sin embargo convenció al autor a que le cambiara el nombre y le buscara uno distinto pero que encerrara un mensaje similar.
El maestro Lara tomó un lápiz y tachó el nombre de "que Dios se lo pague" y en su lugar escribió "Dios es Amor". Ése sería el título de la nueva marcha fúnebre, la cual es una de las más populares hasta nuestros días.
Ramírez Ortíz, Luis Gerardo. Días de Muerte y Gloria, Las Marchas Fúnebres Cuaresmales. Impresos Cruz de Guatemala, 2001.