lunes, 23 de abril de 2007

Jueves Santo de 1924


El maestro de música, pianista y compositor, MANUEL ENRIQUE MORAGA SERENA, al igual que lo hicieran sus antepasados en la Iglesia de Candelaria, asistía al acto impresionante de levantar de su dosel el anda portadora de JESÚS NAZARENO DE CANDELARIA, para iniciar la peregrinación solemne, impartiendo bendiciones al pueblo guatemalteco. En esa ocasión concurría en compañía de sus hijos, porque María Luisa Batres Gribilleu, su esposa, ya había sido llamada y juzgada por el Señor. Al paso del Nazareno "Una Lágrima" brotó de sus ojos y una oración de sus labios.

-Padre, ¿le sucede algo?, le preguntó su hijo mayor, José Luis.
-Sencillamente, hijo, emocionado.

Al salir de la Iglesia y encaminarse al hogar anunció a sus cinco descendientes:
-He prometido a Jesús Nazareno componer una marcha fúnebre, como testimonio de gratitud por todas sus bendiciones para con nuestra familia. A las primeras horas de la noche nuevamente estuvo a admirar el paso de la procesión, juntamente con sus hijos José Luis, Victor Manuel y Francisco Javier. Le pareció que el Nazareno lucía exhausto, como sucedió al Señor Jesucristo en el camino al Calvario, su túnica marchita por el humo del incienso y el polvo que se levantaba de las calles empedradas o rústicas de nuestra capital al paso del cortejo, elementos que también afectaban la santa cruz, sus manos y rostro y también a sus ojos, luciendo la mirada sin brillo, semejando el agotamiento de los suplicios y quizá de la agonía. El maestro Moraga recordó la historia que le contara su padre, don Francisco: "La imagen de Jesús Nazareno de Candelaria tiene los ojos tallados y pintados en la misma madera del rostro".

Esa noche, ya en casa, escribió dos palabras en una hoja para solfa: "UNA LÁGRIMA y en forma de recordatorio permanente la colocó en el atril del piano. Era el principio de la obra.

Una tarde de mayo del mismo año, tomó asiento y luego de colocar sutilmente los dedos sobre el teclado agregó:
-Se inicia con toque de timbales. Es mi interpretación del júbilo del pueblo de contar con la presencia del Mesías; es un instante de regocijo precio a una eternidad de doloroso sacrificio. La parte musical de principio suave y cadenciosamente, es la meditación del desarrollo de la vida del Redentor, de prédica y favores, asimismo, la aceptación, humildemente, de la sentencia y el esfuerzo de tomar la santa cruz y emprender el trajinar hacia el Calvario; la segunda parte es más sutil, a semejanza de los últimos vestigios de vida, del esfuerzo supremo que se hace por llegar al final de la jornada y el momento supremo de encuentro con el Santo Padre. En síntesis, la marcha comprende la expresión musical de la Pasión de Cristo.

El ambiente se inundó de notas musicales y de sentimiento. Meses después, Manuel Enrique Moraga sufrió derrame cerebral, pero cuando mejoró de salud le pidió a su hijo mayor, José Luis, que interpretaran al piano a cuatro manos "Una Lágrima". En agosto fue víctima de un nuevo derrame cerebral, falleciendo el 24 de octubre de 1924, sin haber escuchado ya instrumentada, para su ejecución en banda marcial, la marcha que compusiera como testimonio de fe, de respeto, devoción y amor a la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de Candelaria.

"Una Lágrima" fue instituída marcha oficial de la Hermandad de Jesús Nazareno de Candelaria por los años de 1929 a 1933, aún no precisada la fecha exacta. Los hermanos MORAGA BATRES formaron parte de la Directiva de la Hermandad por varios años y al igual que sus antepasados heredaron a sus descendientes la fe y veneración a nuestro Nazareno, quien es actualmente llevada en hombros por nietos, bisnietos y tataranietos de Manuel Enrique Moraga Serena. Desde entonces conmueve el corazón de sus devotos todos los Jueves Santos y a más de alguno le arranca "UNA LÁGRIMA".

Revista 75 Años de Consagración.

miércoles, 18 de abril de 2007

Preservando nuestras tradiciones


En la ciudad de La Antigua Guatemala, una de las tradiciones que se han ido perdiendo con el transcurrir de los años es el uso de linterna y lanza por parte de los hermanos cargadores, siendo propias y únicas de esta ciudad. La lanza es utilizada por los cucuruchos mercedarios en la procesión de "Penitencia", que recorre las antañonas calles antigüeñas el Viernes Santo en horas de la mañana. Ante la petición de todos los cargadores, la Hermandad implementa la lanza para el Viernes Santo de 1,923.

Cada año las lanzas disminuían, situación que llamó la atención a la Hermandad de Jesús Nazareno y decidió en Sesión Extraordinaria, hacer obligatorio el uso de las mismas por parte de todos los cucuruchos, no permitiéndoseles cargar sin ellas. Parte del esfuerzo por no dejar morir esta tradición, cumpliendo este Viernes Santo 84 años, la Hermandad gestionó ante el Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT) la donación de más de dos mil lanzas, las cuales fueron adquiridas por los hermanos cargadores al entregar una ofrenda voluntaria. La respuesta de la agente fue positiva, a tal punto que las lanzas estuvieron agotadas en la sede de la Hermandad y en las diversas tiendas de tradición. El Viernes Santo, las filas de cucuruchos, como los 80 brazos del anda, se vieron acompañados por este elemento, mismo que le devolvió el esplendor, solemnidad y majestuosidad al cortejo procesional. Por otro lado, fue impresionante ver a las más de cinco cuadras de filas de cucuruchos acompañar a Jesús Nazareno, hasta el momento de la entrada, efectuándose ésta pasadas las quince horas. No queda ninguna duda que éste es el Nazareno de los antigüeños, su Abogado e Intercesor.

martes, 17 de abril de 2007

Escrito con marchas...


Una vez más llega la Cuaresma y Semana Santa a La Antigua Guatemala. Salen en procesión el Divino Nazareno de Jocotenango, Jesús Nazareno de Santa Ana, Jesús de San Bartolo, Jesús Nazareno de la Humildad y Jesús del Perdón.

El Penitente se viste de morado cucurucho para llevar en sus hombros a Cristo Rey quien Bajo el Peso de la Cruz es representado en su Camino al Gólgota. Atrás del Rey del Universo viene María la Penitente, acompañándolo en su Paso a Paso hacia el Suplicio, en donde El Llanto de la Virgen brota por La Sangre de Cristo.

En La Reseña, Jesús de La Merced recorre su ciudad. El pueblo se congrega A los Pies del Maestro para rogarle Sagrada Misericordia, y a más de algún ferviente devoto se le escapa Una Lágrima al estremecerse por la Marcha Fúnebre que se ejecuta en El Turno.

En el Viernes más Santo de los viernes, más de cuatro mil cucuruchos llevan en hombros con Penitencia al Señor de La Merced quien con Amarga Dulzura nos impacta su Serena Mirada. ¡Señor Pequé!... y Me Confieso a Dios con Lágrimas en los ojos suplicándole El Perdón.

Sudor de Sangre que brota del cuerpo de Jesús y su Cruz, una Cruz Pesada que cargó Por el Sendero del Dolor para el perdón de nuestros pecados, demostrándonos que Dios es Amor, y con una Ternura Infinita seguimos Los Pasos de Nuestro Señor hasta el Calvario.

La Crucifixión de Jesucristo se ha efectuado, las Siete Palabras se han pronunciado, llega la hora nona. ¡El Maestro ha Muerto!. Con Fe y Devoción, largas filas de túnicas luctuosas caminan por la calle de Los Pasos anunciando La Última Jornada. La Dolorosa de la Escuela de Cristo va en solemne procesión donde las damas vistiendo de riguroso negro le dirigen una Oración a María cuando acompañan hasta El Último Paso a La Dolorosa en su Soledad. ¡Salve Madre Dolorosa!.

El Martirio ha terminado. El Duelo de la Patria se expresa en el Santo Entierro del Cristo Yacente de San Felipe que es llevado a La Fosa funeraria que se llena por las Tinieblas de su muerte. Jesús Desamparado queda En El Sepulcro con La Soledad del sueño de la muerte. ¡Salva a tu Pueblo Señor!.

Jesús, Fuente de la Vida Eterna, En Verdad Os Digo que El Milagro de la Redención se perfecciona porque Él ha resucitado.

Consummatum Est, El Silencio vuelve porque la Semana Santa antigueña Pasó, Se Fué… Todo queda En Tu Memoria para la Recordación. ¡Infinitas Gracias Dios Mío!.

Edgar Alexander Valdez Azmitia

lunes, 16 de abril de 2007

Jueves Santo



"Sombra del corazón de la amargura
a tu rostro que aviva pulso cárdeno,
lirio inclinado bajo el viento, pesa
la cruz del viento.

Tu rodilla sin fuerza es como cera
que se derrite al sol, se ve en la túnica,
lirio inclinado bajo el viento, pesa
la cruz del viento."
Miguel Angel Asturias.

Al compás de la preciosa marcha fúnebre "Una Lágrima", del compositor Manuel Moraga, dio inicio el solemne cortejo procesional de Cristo Rey, este Jueves Santo 5 de abril. Los tradicionales timbales marcaron el paso de los 116 cucuruchos que llevaron sobre sus hombros ese peso amoroso de las andas por cada una de las cuadras por donde pasó el desfile procesional. Por más de 17 horas, esta procesión recorrió las principales calles y avenidas del centro histórico de la ciudad de Guatemala. Largas filas de devotos cargadores, vestidos con la tradicional paletina blanca, acompañaron al Nazareno de la serena mirada.