En la ciudad de La Antigua Guatemala, una de las tradiciones que se han ido perdiendo con el transcurrir de los años es el uso de linterna y lanza por parte de los hermanos cargadores, siendo propias y únicas de esta ciudad. La lanza es utilizada por los cucuruchos mercedarios en la procesión de "Penitencia", que recorre las antañonas calles antigüeñas el Viernes Santo en horas de la mañana. Ante la petición de todos los cargadores, la Hermandad implementa la lanza para el Viernes Santo de 1,923.
Cada año las lanzas disminuían, situación que llamó la atención a la Hermandad de Jesús Nazareno y decidió en Sesión Extraordinaria, hacer obligatorio el uso de las mismas por parte de todos los cucuruchos, no permitiéndoseles cargar sin ellas. Parte del esfuerzo por no dejar morir esta tradición, cumpliendo este Viernes Santo 84 años, la Hermandad gestionó ante el Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT) la donación de más de dos mil lanzas, las cuales fueron adquiridas por los hermanos cargadores al entregar una ofrenda voluntaria. La respuesta de la agente fue positiva, a tal punto que las lanzas estuvieron agotadas en la sede de la Hermandad y en las diversas tiendas de tradición. El Viernes Santo, las filas de cucuruchos, como los 80 brazos del anda, se vieron acompañados por este elemento, mismo que le devolvió el esplendor, solemnidad y majestuosidad al cortejo procesional. Por otro lado, fue impresionante ver a las más de cinco cuadras de filas de cucuruchos acompañar a Jesús Nazareno, hasta el momento de la entrada, efectuándose ésta pasadas las quince horas. No queda ninguna duda que éste es el Nazareno de los antigüeños, su Abogado e Intercesor.